A menudo, salen a la luz nuevos descubrimientos de excavaciones arqueológicas, cambiando así, el rumbo que habíamos marcado a nuestra historia. También aparecen nuevas teorías sobre algo que ya dábamos por sentado, por ejemplo la escultura de la Venus. Nunca nadie había afirmado que el escultor podría haber sido una mujer y según teorías recientes, podría ser factible.
Nos hemos pasado la vida reconstruyendo nuestro pasado para saber hacía donde dirigirnos y puede que esas reconstrucciones, sean tan solo humo.
¿Se imaginan cómo sería nuestro al rededor si de la antigua Grecia nos hubieran llegado las construcciones y las obras de arte policromadas? Probablemente se hubiera creado un movimiento minimalistas en contra del color y el exceso. (nos gusta imaginarlos con antorchas en una mano y en la otra, algún tipo de disolvente del color).
Si hiciéramos el ejercicio mental de imaginarnos el pasado, sin tener en cuenta lo que hemos estudiado y visto, seguramente caeríamos en la trampa. Imaginaríamos algo que ya ha sucedido, porque tenemos la referencia escrita a fuego en nuestra cabeza.
Pero lo que si nos permite este conocimiento, es trabajar en el futuro, para no repetir errores y para mejorar el presente.
Esto es aplicable en nuestra historia, pero también en cualquier aspecto del Diseño. Aprendamos, conozcamos y entonces andemos.