¿Cuántas veces has ido a una exposición en la cual te hubiera gustado una explicación del autor? ¿y si te hubieran sumergido en su mente para entender el propósito?
A menudo vamos a galerías o museos donde las obras están “puestas” en las paredes y cerca de ellas encontramos una breve explicación de la vida y obra del autor o autores.
¿Por qué decimos que las obras están “puestas”? Muchas veces están ahí, como dejadas caer, porque no se ha diseñado un recorrido, una arquitectura efímera que defina lo expuesto y nos envuelva con una historia.
Si lo pensamos a fondo, sería más interesante un recorrido explicativo explorando la mente de los artistas, sus etapas vitales, los colores, las formas, la similitud con sus referentes o simplemente aquello que quieren denunciar o explicar.
No culpamos a museos o galerías, están sujetos a presupuestos bajos con los que hacen malabares para poder llegar a todo. De igual manera, se pueden diseñar elementos que se puedan reutilizar cambiando la disposición y añadiendo elementos gráficos a bajo coste. Daríamos un empujón para que el viandante girara la cabeza a lo niña del exorcista y entrara a disfrutar de la cultura.