Eneida

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El movimiento se demuestra andando.

Cada vez hay más restricciones, más normas, más prohibiciones y esto, las personas que tienen un negocio lo traducen en un muro acercándose poco a poco, se va moviendo hacia ellos y los deja arrinconados sin saber qué hacer.

Durante el pasado confinamiento de marzo, ya nos dimos cuenta de algo: obviamente podemos vivir con lo esencial pero, ¿ eso es suficiente?. Lanzamos la pregunta al aire a sabiendas de la respuesta. Necesitamos la cultura, el ejercicio, socializar, compartir para no acabar como amebas, con el único fin de estar.

Y es que a parte de estar, existimos y sentimos. ¿Quién no echo de menos tomar algo en el bar de siempre con los amigos o pasar por la panadería de la esquina y absorber el olor que emana o ir hacer ejercicio para despejarse o la emoción de comprar un libro nuevo?

¿Cómo? si apenas podemos salir de casa.

No sé si recordarán la película cadena de favores, en la que cada persona ayudaba a otra con algún problema y esta a otra. Suena idílico pero en ciudades pequeñas como es Teruel, donde cada vez que alguien ha tenido un problema personal grave, nos las hemos ingeniado para recaudar dinero y ayudarla, lo hemos hecho, ¿por qué no volver hacerlo?.¿No creen que se podría hacer lo mismo a nivel general?

Si quieren saber más, no dude en llamarnos.

Cada vez hay más restricciones, más normas, más prohibiciones y esto, las personas que tienen un negocio lo traducen en un muro acercándose poco a poco, se va moviendo hacia ellos y los deja arrinconados sin saber qué hacer.

Durante el pasado confinamiento de marzo, ya nos dimos cuenta de algo: obviamente podemos vivir con lo esencial pero, ¿ eso es suficiente?. Lanzamos la pregunta al aire a sabiendas de la respuesta. Necesitamos la cultura, el ejercicio, socializar, compartir para no acabar como amebas, con el único fin de estar.

Y es que a parte de estar, existimos y sentimos. ¿Quién no echo de menos tomar algo en el bar de siempre con los amigos o pasar por la panadería de la esquina y absorber el olor que emana o ir hacer ejercicio para despejarse o la emoción de comprar un libro nuevo?

¿Cómo? si apenas podemos salir de casa.

No sé si recordarán la película cadena de favores, en la que cada persona ayudaba a otra con algún problema y esta a otra. Suena idílico pero en ciudades pequeñas como es Teruel, donde cada vez que alguien ha tenido un problema personal grave, nos las hemos ingeniado para recaudar dinero y ayudarla, lo hemos hecho, ¿por qué no volver hacerlo?.¿No creen que se podría hacer lo mismo a nivel general?

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eneidadesignstudio@gmail.com