A menudo nos encontramos con comentarios como: “Diseñar es solo poner bonito, no tiene otra utilidad”. ¡Mooooc! craso error amigos, diseñar no es solo “poner bonito”, diseñar es poner en el punto de mira tu marca, tu servicio, tu local o tu producto.
Pongamos un ejemplo, una persona se dedica a vender melocotones ecológicos, tiene su página web, local físico y el producto final envasado. Si todo el esfuerzo que ha hecho para producir de manera ecológica, no se refleja en la imagen final, el producto sería uno más y el cliente que busca específicamente eso, no se percataría ni de su existencia. Todo debería ir acorde a los valores y filosofía de marca.
Si es ecológico quizás el embalaje pueda ir en algún material reciclado, con colores naturales. La página web transparente, el cliente seguramente quiera ver de dónde sale ese producto, si es veraz. Y así con cada uno de los elementos que rodean nuestro negocio, porque si hacemos cada cosa diferente, el consumidor recibirá mensajes contradictorios y la confianza en el producto final se verá mermada.
Ya pero ¿y lo de que quede bonito? Si obviamente es un punto fundamental, todo nos entra por los ojos, aunque no debemos guiarnos por el “a mi me gusta”, sino por el “esta imagen encaja con mis valores” porque sino entraremos en un tira y afloja infinito. ¿Por qué? desde el punto de vista del marketing, el consumidor tiene que verse reflejado en el producto como si fuera un espejo de creencias y el producto le respondiera con las mismas.